Noel Coward es uno de los dramaturgos británicos más importantes del siglo XX, autor de ‘Un modelo de vida’ o ‘Vidas privadas’ y de las materias primas para adaptaciones de David Lean como Breve encuentro o El espíritu burlón. En 1924 escribió ‘Easy Virtue’ (Una familia con clase), que se estrenaría en Londres y Nueva York al año siguiente. Coward se propuso realizar un ataque frontal contra la hipocresía de los primeros años veinte, un mundo aún regido por códigos victorianos que se antojaban totalmente anticuados para los grandes cambios sociales y la nueva era del jazz, lo que desencadenaba, entre otras cosas, represión sexual, culpa y venganza. Sin embargo, la idea de los productores no era hacer una película de época al uso, por lo que llamaron a un director que ni siquiera las veía. "Queríamos hacer una película moderna para un público moderno, así que intentamos darle una voz contemporánea –declara el director Stephan Elliot-. Es difícil llegar a un punto medio, porque, de hecho, cuando llegaron los actores se pusieron en modo Coward teatral hasta el punto de que tuve que decirles que me hablaran como si no estuvieran interpretando, como si estuviéramos charlando en la calle, y así finalmente logramos dar con un tono que nos gustaba a todos”. Esos actores a los que se refiere son, por ejemplo, Colin Firth (Love actually), Kristin Scott Thomas (El paciente inglés), Jessica Biel (Blade: Trinity) y Ben Barnes (Las Crónicas de Narnia).
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