Will Smith se ha convertido en una de las estrellas de Hollywood más fiables de la industria para amasar dinero. Así se entiende el estreno de una película de superhéroes que no se basa en un cómic, circunstancia que cuando se da ya otorga a los productores unos mínimos asegurados de afluencia de público (de hecho ha entrado muy fuerte en la taquilla americana). Los creadores afirman que se ha hecho énfasis en las emociones humanas, en intentar integrar una historia dramática con personajes complejos en una producción de acción y espectáculo. Asimismo, el argumento no se centra en cómo Hancock obtuvo sus poderes o en cómo elige usarlos, sino en contar cómo sus superpoderes, lejos de ser una bendición, le han generado la antipatía de la sociedad por no tener la actitud adecuada.
Bajo la protección de productores como Akiva Goldsman, Michael Mann y James Lassiter, el mando de la dirección ha sido depositado en Peter Berg, que ya había colaborado con Mann en La sombra del reino (The Kingdom) y que se encargó de llevar a la pantalla el guión de Vincent Ngo y Vince Gilligan. "Nos propusimos hacer una película que se moviera entre lo profundo, gracioso, irreverente, sexy y romántico pero que a la vez fuera emocionante y maravillosamente intensa.”, señala Mann. En la interpretación, dando la réplica a Will Smith, se encuentran actores conocidos como Jason Bateman (Cuestión de pelotas) y Charlize Theron (Monster), o el pequeño Jae Head, al que Berg conocía de la serie ‘Friday Night Lights’.
|