Diez años después, Solondz vuelve a visitar a los personajes de Felicidad, esta vez interpretados por actores completamente distintos y tomándose más de una libertad en la descripción de sus personalidades y el relato de sus historias. ¿Entonces Life During Wartime es una secuela? Sí y no: se trata, seguro, de una película única, que no necesita establecer puntos de referencia y que resulta igual de efectiva háyase visto o no su antecedente ilustre. Cualquiera sea el caso, aquí están de nuevo Joy, buscando consuelo en madre y hermanas (gente con su propia colección de problemas, claro) tras descubrir que su marido Allen no está del todo curado de su particular "aflicción”; su ex cuñado Bill, recién salido de la cárcel y luchando por recuperar la relación con su hijo Billy; Andy, a quien ni la muerte hizo desistir de sus esfuerzos por conquistar a Joy, y todo un desfile de prisioneros de esa guerra que es la vida en la mirada ácida de Solondz. Usando el humor como ariete para romper tabúes, y cruzando y descruzando los hilos narrativos del ridículo, la tristeza, lo emocionante y lo escandaloso, Solondz crea un caleidoscopio que siempre compone la misma imagen: la de las formas modernas de (buscar, perder, encontrar y seguir buscando en muchos lugares equivocados) el amor.
|